martes, 24 de enero de 2012

Una debilidad ante la cual cedemos


Una debilidad ante la cual cedemos

No siempre las necesidades de las personas son de dinero.
     Todas las personas tenemos “esa debilidad” que nos mueve el piso.
     Cuando quiera algo de otra persona debe saber cuál es su motivación más grande. Eso le ayudará a conseguir de ella lo que quiera. Usted solo debe darle lo que ella desea. Conseguírselo, ayudarle a encontrarlo o, por lo menos, prometérselo.
     Cuando usted le da a alguien lo que más quiere, esa persona querrá hacer lo mismo con usted.
     Debemos pagar algún precio a cambio de lo que queremos y, en este caso, ese es el precio. Las personas nos darán lo que tienen en sus manos a cambio de ayudarles a conseguir lo que ellos tanto desean.
     Para asegurar el almuerzo hay que conocer a los demás profundamente y conseguir todo su apoyo, prestándoles nuestra mayor colaboración en el logro de sus metas.

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