domingo, 15 de enero de 2012

No dé aviso de sus planes

No dé aviso de sus planes

En el momento exacto, bajo las circunstancias precisas y en el estado emocional más apto de su contraparte, láncele sus propuestas, plantéele sus negocios.
     Hágalo sin dar aviso.
Si usted le dice a una persona, veámonos que le quiero plantear un negocio, encontrémonos mañana y hablamos, la persona va a llegar llena de preguntas e inquietudes y miedos. Es decir, se va a preparar.
     No se le haga raro que lleve la respuesta preparada para cualquiera que sea su propuesta.
     Usted consiga que la conversación llegue a un punto en el que usted pueda decir algo así como: - A propósito, ahora que usted habla de eso… Imagínese que estoy pensando en…                     
     ¿Usted qué piensa? ¿Le gustaría participar en este asunto?
Haga parecer que de manera natural se llegó a ese punto en la conversación.
     Una vez lleguen al tema, suelte su propuesta con lujo de detalles, sin que se note que lleva tiempo pensando el asunto.
     Tenga todo planeado para cuando la oportunidad se presente. Asegure su almuerzo.

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