domingo, 22 de enero de 2012

A los poderosos no les pida nada

A los poderosos no les pida nada

Los poderosos suelen estar rodeados de gente servil, de interesados y de necesitados que en masa se ponen a su servicio.

     A esas personas, los ricos y poderosos les producen miedo y se vuelven obedientes, irreflexivos y sumisos.

     Usted, por el contrario, tome el control cuando se halle ante un poderoso.

     Desconcierte a esos grandes depredadores siendo irreverente, pero guardando las formalidades y las distancias. Sin quitarles su lugar, usted sea para ellos lo que la luna es para el sol.

     No importa que ellos alumbren, si usted de ese brillo se beneficia tomando el suyo.

     Cada cual puede tener lo que quiere. Y lo uno no perjudica lo otro, más bien se complementan. A los poderosos no hay que mostrarles miedo, pero sí respeto sincero.

     Hay que servirles sin caer en el servilismo.

     Sin pena, hay que mostrarles que uno quiere beneficiarse al lado de ellos, pero en operaciones donde también hay una buena tajada para ellos a cambio, por supuesto, de apoyar nuestro objetivo con su poder y capital. Ambos nos necesitamos y ambos ganamos, cada uno de acuerdo con lo que aporte a la empresa.

     Sírvales y sírvase de su amistad.

No les obedezca servilmente. Reflexione y convenga con ellos. Así lo respetarán. No quiera ser el rey, sea el amo del rey.

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